Las personas con enfermedades graves, o los mayores en pleno proceso de envejecimiento, independientemente del nivel de deterioro cognitivo que tengan, la estimulación cognitiva les va a resultar un elemento esencial. Por ello, es imprescindible conservar una rutina diaria activa, tanto en lo físico como en lo emocional.
Esto consiste en llevar a cabo diversas actividades cuya meta principal será conservar y hasta perfeccionar el buen funcionamiento cognitivo y así fomentar la salud mental y la independencia emocional y física del adulto en particular.
Retrasar el deterioro de las capacidades y habilidades promueve eficazmente un envejecimiento activo. Además, beneficiará a aquellos individuos con alguna
enfermedad neurodegenerativa, independientemente de la fase adulta que se encuentre, a prevenir o a ralentizar el proceso para llevar adelante una mejor calidad de vida.
En Andamar, ayudamos a que nuestros huéspedes retrasen ese deterioro por medio de una rutina diaria eficaz y proporcionada, y siguiendo una serie de actividades clave. Por eso es importante acudir a centros donde poder ejercitarlas de manera adecuada.
Aquí os dejamos varias recomendaciones para prevenir el alzhéimer y tener una dieta saludable para el cerebro:
- Vigilar los elementos de riesgo vascular. Esto va orientado a una mejor calidad de vida, llevando un control médico exhaustivo sobre factores de riesgo fácilmente evitables o controlables; como son los niveles de azúcar, colesterol, diabetes, obesidad, tabaquismo e hipertensión arterial.
- Un estilo de vida saludable. Para tener una mente sana es fundamental que esté acompañado de un ejercicio físico rutinario. Salir a caminar, bailar, practicar deportes y mantenerse activo; adaptado a la situación de cada persona.
- Mente activa. Ejercitar la memoria con los años es esencial, ya que te ayudará a largo plazo, planteando retos a nuestra mente. Leer una novela, estudiar un curso, practicar idiomas, tocar instrumentos o jugar a simples juegos de mesa o hacer crucigramas pueden ser actividades decisivas.
- Una alimentación saludable. Habréis escuchado la expresión: “somos lo que comemos”. Pues esto implica en todo su conjunto. Es importante conservar una dieta sana y equilibrada, rica en pescados con altas dosis de omega-3, aceite de oliva virgen extra, legumbres, frutos secos, verduras o frutas. La dieta mediterránea es muy completa.
- La interacción social. Tener una vida social y emocional activa, relacionándote con otros individuos, nos proporcionará un correcto mantenimiento de las conexiones neuronales activas y resulta fundamental para nuestro bienestar mental. Hablar con nuestros familiares, escuchar los problemas de un amigo o cenar con nuestra pareja puede marcar la diferencia.